¿Han probado alguna vez los pasteles castela?

El castela es un pan dulce esponjoso y delicado, con una miga tan suave que parece derretirse en la boca. Su sabor es sencillo, pero encantador, perfecto para acompañar un té verde, un café, o simplemente para disfrutarlo en cualquier momento del día como un pequeño mimo para ti.

Lo curioso es que, aunque hoy lo veamos como un clásico de la repostería japonesa, el castela tiene un origen sorprendente que conecta Japón con Europa, ¡una historia que pocos imaginan al probar este dulce!

En este post quiero contarte todo sobre el castela: cómo llegó a Japón, por qué se convirtió en uno de los postres más representativos del país, algunas curiosidades, sus distintas variantes y dónde puedes probarlo si alguna vez visitas tierras niponas. Es un dulce que no solo conquista el paladar, sino que también cuenta una historia fascinante.

pasteles castela

¿Cuáles son sus orígenes?

Aunque hoy el castela es un clásico de la repostería japonesa, su historia comenzó muy lejos de Japón.

Todo se remonta al siglo XVI, cuando comerciantes y misioneros portugueses llegaron a Nagasaki trayendo consigo el “pão de Castela”, un bizcocho dulce originario de la región de Castilla, en España.

De hecho, el nombre “castela” nos recuerda directamente esa herencia española. Pero, al llegar a Japón, este pan tuvo que adaptarse al gusto local y a los ingredientes disponibles. Los japoneses comenzaron a prepararlo con azúcar morena, miel y, con el tiempo, incluso con té matcha, transformándolo en una versión más ligera, esponjosa y suave que conquistó los paladares nipones.

Con los siglos, el castela se fue perfeccionando y hoy es mucho más que un simple bizcocho: es un símbolo de la repostería japonesa, un dulce que se disfruta en la vida cotidiana, que también forma parte de regalos elegantes y de la tradición cultural de ciudades como Nagasaki, donde todavía se elabora siguiendo recetas centenarias.

¿Cuáles son sus características?

El castela japonés se distingue por su textura ligera y esponjosa, con una corteza ligeramente dorada que contrasta con un interior húmedo y tierno. Su sabor es delicado, naturalmente dulce y con un toque sutil a vainilla, lo que lo convierte en un postre japonés tradicional perfecto para cualquier momento del día.

Con el paso del tiempo, este bizcocho ha evolucionado y hoy en día existen numerosas variedades de castela que reflejan la creatividad de la repostería japonesa:

  • El Clásico: La versión más tradicional, suave y delicada, ideal para quienes buscan experimentar el auténtico sabor del castela.

  • De matcha: Con un intenso color verde, esta versión incorpora té matcha y ofrece un sabor ligeramente amargo que combina perfectamente con su dulzura.

  • De azuki: Incluye frijoles dulces azuki, dándole un toque aún más japonés y tradicional.

  • De frutas: Variedades con cerezas, pasas u otros frutos secos, que aportan textura y un sabor diferente.

Además de los ingredientes, el castela también varía en forma y tamaño según la región. Algunos se elaboran en moldes individuales, otros en grandes panes rectangulares, y en ciertas ocasiones incluso en forma de rollos, adaptándose a diferentes usos y celebraciones.

¿Cuál es su importancia en la cultura japonesa?

El castela japonés no es solo un delicioso snack, sino que también ocupa un lugar destacado en la cultura japonesa. Se disfruta en diversas ocasiones que van desde festivales tradicionales, celebraciones familiares, hasta como un regalo especial para amigos o seres queridos.

Su relevancia va más allá de la gastronomía, ya que ha inspirado obras de arte, literatura y ha sido un símbolo de la influencia occidental en Japón. Es decir, es un pastel que se ha transmitido de generación en generación, convirtiéndose en un verdadero ícono cultural.

Algunos ejemplos de su importancia se pueden ver en:

  • Poemas y haikus. Al ser un dulce popular y presente en muchas celebraciones, ha sido la inspiración de muchos poetas al crear versos que evocan sensaciones de alegría y felicidad cuando hacen mención de su suavidad, dulzura y color.

  • La literatura japonesa moderna. Al mencionarse como un símbolo de la influencia occidental y de la modernización de Japón especificando los cambios que se sufrieron tanto en los hábitos como en las costumbres.

  • Metáforas. Su suavidad y textura se han usado para describir emociones, momentos especiales o la armonía en la vida cotidiana.

¿Cuáles son las variaciones de este pastel en las diferentes regiones de Japón?

El castela se ha adaptado al paladar japonés y cada región del país ha desarrollado su propia versión del pastel, incorporando ingredientes locales y estilos únicos.

  • Nagasaki: Considerada la cuna del castela en Japón, el pastel tiene una textura más densa y un sabor más intenso, reflejando la influencia portuguesa original.

  • Kyoto: Al ser la antigua capital imperial, el pastel se elabora con ingredientes de alta calidad y su presentación es siempre elegante, destacando en celebraciones y ceremonias tradicionales.

  • Tokyo: Em este caso, el pastel ha evolucionado hacia versiones más modernas, incluyendo sabores como matcha, frutas o combinaciones innovadoras, adaptándose al gusto contemporáneo y a la cultura urbana.

  • Okinawa: El castela se fusiona con sabores locales, incorporando ingredientes como camote y azúcar morena, creando un perfil de sabor único que refleja la identidad culinaria de la isla.

Estas variaciones demuestran cómo un pastel sencillo puede transformarse y adaptarse a diferentes contextos culturales, manteniendo su esencia como un postre japonés tradicional.

¿Cómo suele servirse?

La manera de disfrutar el castela puede variar según la ocasión y la región, pero hay algunas presentaciones que son especialmente populares.

  • Entero

La forma más tradicional es cortar el pastel entero en rebanadas, lo que permite disfrutar su textura esponjosa y su sabor delicado en cada porción. Esta es la manera más común en casas japonesas y pastelerías tradicionales.

  • Con té matcha

La combinación del sabor ligeramente amargo del té verde con la dulzura del pastel crea un equilibrio perfecto, convirtiéndose en una experiencia típica japonesa. Es ideal para disfrutarlo en ceremonias de té o en un momento relajante por la tarde.

  • Con frutas frescas

Como fresas, frambuesas o uvas. Este toque añade frescura, color y un contraste de sabores que lo hace perfecto para postres en celebraciones o reuniones.

  • Con helado

Ya sea de vainilla o té verde. Esta opción es muy popular en cafeterías y restaurantes japoneses que buscan ofrecer un postre visualmente atractivo y delicioso.

En general, la presentación visual del castela es muy importante en Japón, ya que se valora tanto la estética como el sabor. Por ello, se utilizan platos especiales y se cuida cada detalle, haciendo que comer este pastel sea toda una experiencia para los sentidos.

¿Cuáles son las marcas más famosas de castela?

Obviamente hay varias marcas importantes y famosas en Japón que representan al pastel castela, algunas de ellas son:

  • Bunmeido (長崎文明堂): Con sede en Nagasaki. Esta marca es considerada una de las más antiguas y prestigiosas, famosa por su textura densa y su sabor auténtico que refleja la esencia del pastel tradicional.

  • Fukusaya (福砂屋): Es otra marca emblemática de Nagasaki. Sus castela se elaboran con ingredientes de alta calidad siguiendo recetas originales que han pasado de generación en generación, manteniendo el sabor clásico y refinado que caracteriza a este dulce japonés.

  • Taiyoken (太陽軒): Es una marca de la ciudad de Kumamoto. Destaca por ofrecer un castela más ligero y dulce, ideal para quienes buscan una versión suave y fácil de disfrutar en cualquier momento del día.

  • Fujibayashi (富士見): Es una marca que tiene sede en Tokyo. Se enfoca en presentaciones más modernas y variadas, incorporando diferentes sabores y estilos que atraen tanto a locales como a turistas que quieren probar versiones innovadoras del pastel tradicional.

  • Kasugai (春日井): Es conocida principalmente por sus dulces y snacks, pero también ofrece una selección de castela accesible y económica, perfecta para quienes desean probar este clásico japonés sin gastar demasiado.

Estas marcas no solo representan la historia y cultura del castela, sino que también permiten que este pastel siga siendo un símbolo de la repostería japonesa y un imprescindible dentro de los postres tradicionales.

Extras,

Visité un centro comercial en Japón y me encontré con una sección dedicada al famoso castela. Allí vendían los pasteles de Bunmeido, y además de poder probar este delicioso postre, me encontré con su adorable mascota, que hacía la experiencia aún más divertida y entrañable.

Fue un momento encantador que muestra cómo este pastel no solo es un snack delicioso, sino también un símbolo cultural que conecta con grandes y chicos. Les comparto un poco de ese momento para que también puedan sentir la magia del castela.

Conclusión,

El pastel castela no es solo un postre delicioso, sino un auténtico ícono de la cultura japonesa. Su sabor suave y esponjoso, junto con la historia que lo acompaña, lo convierten en un clásico que ha sabido trascender generaciones y regiones.

Probarlo en Japón es una experiencia que va más allá del simple hecho de comer: cada bocado conecta con siglos de tradición, influencias extranjeras y la creatividad de la repostería japonesa. Además, sus diferentes presentaciones hacen que siempre haya una manera especial de disfrutarlo, ya sea como snack, regalo o recuerdo de tu viaje.

Y tú, ¿ya conocías el castela? ¿Te animarías a probarlo y descubrir por qué ha conquistado tantos paladares a lo largo del tiempo?

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